23 de noviembre de 2009

Amor de mascota




Cuando el amor y la inocencia van de la mano se pueden dar casos curiosos y muy alentadores.


Yo tengo 2 hermanos más chicos, uno tiene 14 y el otro 8. Siempre nos han gustado los perros aunque realmente solo hemos tenido 2, un chihuahua y un french. El chihuahua fue un “solovino”, un buen día una niña de la colonia donde vivimos se lo encontró y como su mamá no la dejaba tener perros nos lo regalo.


Estuvimos buscando a su verdadero dueño ya que traía collar y se encontraba bien cuidado, mientras que lo buscábamos lo bautizamos como “pinky”. En fin que su dueño nunca apareció, hubo 1 o 2 personas que quisieron hacerse pasar con el amo de tal perrito pero este, tan juguetón como era, no los reconocía y hasta los intentaba morder. Al fin y al cabo nos lo quedamos.


Cuando las inundaciones en Tabasco en el 2007, mi casa fue una de las muchas afectadas por el agua, entonces buscamos refugio en la casa de mi abuelita, en una zona alta donde si llega el agua algún día, tengan por seguro que la chocoladia desaparece.


Eran días de mucha incertidumbre y constantes ir y venir de la gente, por lo tanto no siempre podíamos estar al pendiente del perro.


Lamentablemente en una de las habituales distracciones pinky se salio de la casa y creemos que un camión del ejercito o un volteo lo atropello, ya que no pasaban otros por aquella época en la ciudad de Villahermosa.


Mis hermanos no se encontraban en la ciudad cuando mataron al pobre de pinky, y se les dijo que su verdadero dueño lo vio cuando lo sacamos a pasear y que el pinky se había puesto muy contento, por lo tanto teníamos que dejarlo ir. Espero que no lean este post.


Fue una situación muy dolorosa para todos nosotros ya que le teníamos un cariño enorme al perrito y aunado a la situación de ese momento, las lágrimas no se hicieron esperar. Ha sido la única vez que he visto llorar a mi papá.


Un año después nos regalaron un french que nació un 25 de diciembre, al principio era mirado con recelo por todos, ya que temíamos (y todavía tememos) pasar por una situación tan dolorosa como la que vivimos con pinky.


Este perro fue bautizado como “poppy” y poco a poco fue ganándose el cariño de todos nosotros, igual de juguetón que el pinky, y yo creo que hasta mas escandaloso. Hoy en día el poppy duerme enclimado (en clima puej) y hasta en el colchón con mis hermanos, mi papá se refiere a el como el “niño” y mi hermano el más chico le dice que es poppy de la cruz.


Si el amor por una mascota puede ser tan grande, imagínense lo que sienten por sus seres queridos, aunque a veces no lo sientan o no lo demuestren. No hay que desaprovechar a nuestros padres, hermanos o abuelos, si los tenemos hay que quererlos y demostrárselo cada segundo que podamos.

6 comentarios:

  1. ¿por qué es tan fácil encariñarse con la gente o con los animalitos? xD pero sea como sea es lindo demostrarlo xD

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  2. jejejeje 1 el pinky m odiaba y el otro le gusta asustarme jejejeje me encanto la foto no m los imaginaba cuando m platicabas jeje aproposito ya nacieron los perritos kien kiere uno!!!!!!!1

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  3. MI PERRO SE LLAMABA IGUAL ,PINKY, PERO ME LO ENVENENARON =( .AUN LO EXTRAÑOOO :,(

    SALUDOS
    ATTE. ANGIE (SEXY)
    CHAO ,BESOS!

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  4. aa io tuve un pera llamada crazy
    despues
    duque
    pinky ( todos tenemso uno)
    tobi
    zapato
    y ahora tengo uno q se llama bodoque y una perra que se llama gorrumina ( es solovina) aa me has inspirado a escribir
    es tan conmovedora tu entrada sk io amo a los perros

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  5. Uy José, te entiendo perfectamente!!
    Amo a los perros y me encariño muy fácilmente con ellos, y es que son unos verdaderos angelitos que nos envió Dios, lo mal es que comen y defecan, pero bien valen la pena.
    Un saludote!

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  6. Los perritos son la onda... nosotros teníamos un french minitoy,se llamaba Bo, y el veterinario lo mató!!! le dio una sobredosis de vacuna y le dio un paro cardiaco al pobre perrito. mi mamá lo estuvo cuidando día y noche cuándo vimos los efectos de la sobredosis, pero al final el pequeño falleció. Todos teníamos ganas de golpear al veterinario o demandarlo o que se yo. Y mi mamá ya no quería más animales pa no encariñarse de nuevo. Pero ahora tenemos un año con una perrita llamada Milika, que es un amor, y perfecta compañera de juego para mi hermanito.

    los perros son la onda!

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José de la Cruz. Con la tecnología de Blogger.