La última tanga

En Twitter: @JoseDeLaCruz

Imaginemos un mundo sin mujeres fáciles, sin aquellas damas que sin ser meretriz nos dan placeres y satisfacciones sexuales sin sentido, alocadas y con el único propósito de explotar de placer y de lujos que solo ciertos hombres les pueden dar.

Si bien existen hombres que mantienen una pareja estable desde hace muchos años y que sus aspiraciones sexuales no llegan a ser mas que de a 2 veces por mes, también existen otros que no buscan una pareja y lo único que buscan en esta vida es una “noche de sexo”.

Pensemos solo por un momento que las mujeres del mundo deciden buscar una pareja, solo una y darle todos sus tesoros y sus bajas pasiones a el; solo a el. Aquellos casanovas posiblemente no tengan en que gastar su dinero mas que en drogas y alcohol, y terminen cometiendo un suicidio colectivo debido a esta causa.

De igual manera las mujeres que no encuentren ese “príncipe azul” probablemente, muy probable, queden solteronas y/o monjas. Lo cual es un gran problema, no debemos olvidar que en esos conventos están confinados los sacerdotes mas lujuriosos del mundo, y eso es decir mucho.

Llegará el punto en que nuestras esposas se vuelvan viejas y feas, y nosotros no tendremos a nadie con quien disfrutar de una noche de copas, una noche loca (el ataque de María Conchita Alonso).

Los maestros rabo verdes por mas que le tiren “la onda” a sus alumnas mas guapas, ya no habrá mujer en la faz de la tierra que caiga en sus garras; sin poder satisfacer sus necesidades básicas para la convivencia de manera civilizada se tornarán mas violentos y menos pacientes, lo cual desencadenara una serie de reprobados y un alto número de jóvenes sin profesión y por ende sin empleo.

Los políticos de más alto rango no tendrán con quien practicar sadomasoquismo y el homosexualismo entre ellos será más extenso y difundido. Por ende la situación de violencia en el país será cada vez peor y llegaremos al punto en que el mundo se quede sin hombres, nos secaremos sin sexo. Es por eso que no debemos dejar que la última tanga desaparezca. 

Hombres, los invito a que vayan a la tienda departamental más cercana y le compren una hermosa tanga a su novia, esposa, cuñada o amante. No dejemos que el mundo se vaya a la mierda, tenemos que salvarlo. 

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