La
esencia del fútbol como deporte consiste en ganar títulos. Campeonatos hay de
tres tipos: de liga, copa nacional y copa continental. Una vez que se sortea y
se consigue el tercero, entonces tendremos derecho a competir por un tipo de
campeonato nuevo: el mundial.
El
aficionado espera que su equipo de un campeonato decoroso, que luche por el
titulo hasta el final o en su defecto que se mantenga en la categoría. Sin
embargo hay clubes que acostumbran a su afición a disputar finales… y
perderlas.
El
Club Santos Laguna ha disputado un gran número de finales en los últimos años,
y ha perdido la gran mayoría. Algunas de manera increíble, como aquella contra
el Toluca que se perdió por definición de penales de una manera no solo impresionante,
sino traumática. Ayer el Santos Laguna volvió a hacer de las suyas.
Cuando
la afición pensábamos que esa final de liga ganada ante Monterrey era el fin de
la malaria, ayer en una final continental, aquella que nos daba el pase a
competir con los mejores clubes de cada continente, y a pesar de tener una
ventaja de 2 goles y lo único que tenía que evitar era que le anotaran 3 goles
en 45 minutos, el equipo perdió. Le anotaron 4 goles en 30 minutos.
La
rabia, el enojo, la incredulidad se apoderó nuevamente de la afición. Vimos
perder a nuestro club una final mas, solo como ellos saben hacerlo: de la
manera mas estúpida posible.
Afortunadamente
esto se trata de un deporte, un entretenimiento, un espectáculo. No afecta
absolutamente nada en mi vida, no es el fin del mundo, ni un evento
irreparable. Da morrilla pensar en la manera en que se desarrollaron los
hechos, decepciona no ir a Marruecos, pero al final debajo de toda esa zozbra
recuerdo un hecho irrefutable: es solo fútbol.
0 Comentarios... por ahora:
Publicar un comentario