8 de diciembre de 2014

Acerca de la religión y el depredador mas grande y despiadado que veremos jamás.


Días atrás me encontraba a mí mismo en uno de esos lugares donde por voluntad propia nunca se está, pero que al momento de verte allí no tienes más remedio que respetar lo que los demás realizan en aras de la fe. Es decir, estaba en una misa católica. 

A pesar de haber nacido en el seno de una familia católica e inclusive cursar gran parte de mi educación primaria en escuelas religiosas, o de monjas como coloquialmente se le conocen, conforme fui creciendo adopté la postura de no pertenecer a dicha religión (o cualquier otra) de manera sistemática o fanática, tal como lo hacen la mayoría de los autodenominados católicos, que a pesar de no acudir a misa o realizar sus rituales y tradiciones cuando se les pregunta acerca de su afiliación religiosa no dudan en responder y apropiarse el catolicismo.

Por supuesto tal situación es a veces imposible de realizar, como en navidades o semana santa. Es decir, yo, como todos ustedes, utilizamos el catolicismo cuando nos favorece, pero eso es harina de otro costal.

Regresando a la idea principal, mientras me encontraba en misa y observaba a los presentes rezando el padre nuestro, comulgando o dando dinero a señoras con canastas, me encontraba de pie con las manos cruzadas y sin promulgar palabra alguna. Respeto, suponía que era la razón por lo que me comportaba así. Entonces me pregunté ¿Respeto a qué? ¿A el catolicismo? ¿A Jesucristo? ¿A mis padres? Y llegué a la conclusión que no era por respeto por lo que sobrellevaba la misa de esa manera, era por miedo.

"The view of Gaza"
No por miedo de irme al infierno si “ofendía al señor en su casa”, o miedo a que mi mamá me dejase de preparar el desayuno al día siguiente. Era miedo a los católicos, a los fanáticos religiosos que no dudan en usar la violencia para implementar su creencia. No es que las señoras que se encontraban ahí fuesen a propinarme una patada giratoria al más puro estilo de Chuck Norris, o que el sacerdote me llamase pecador y me atacase con el cáliz. Más bien reflexioné acerca del miedo que uno puede sentir hacia una religión que hace caso omiso a pedófilos que operan bajo sus sotanas, o que realizaron en tiempos inmemoriales inquisiciones en donde torturaron y asesinaron a aquellos que no pensaban de la misma manera que ellos.

Entonces descubrí algo que muchos de ustedes ya han de conocer, las personas arropadas bajo el manto religioso son capaces de cometer los más atroces actos e injusticias que uno pueda imaginar. El miedo real se esconde ahí ¿Qué me podrían hacer si descubriesen que no pienso como ellos? ¿Qué pasa si en lugar de ser ateo fuese un Musulmán viviendo en terrenos colindantes al Estado de Israel? ¿Por qué seguimos viviendo lo mismo tantos años después? 

Israel y Palestina llevan años en conflictos derivados de la religión

Desgraciadamente la gran mayoría de las guerras que han azotado a la humanidad se han realizado bajo el manto de la religión y en nombre de Dios. Hoy en día tenemos el conflicto judío-palestino en la denominada tierra santa, que a pesar de ser por razones de territorio la gran diferencia entre el estado de Israel y el de Palestina son sus creencias religiosas.
Es entonces cuando nos debemos de preguntar ¿Realmente hago algo mal al no pertenecer a una religión en concreto? ¿La necesidad espiritual que tenemos los seres humanos no puede ser satisfecha mediante otros medios?

La religión a pesar de ser tratada con un medio para lograr regir la vida correctamente ha demostrado al paso de los siglos no ser más que un medio y una excusa para usar la violencia y generar beneficio de unos cuantos hombres ¿Por qué no nos damos cuenta? ¿Realmente somos tan estúpidos?

Por lo que a mí respecta seguiré sin profesar una religión en concreto, sin prestarle mucha atención a cuando alguna persona me mire con reproche y desaprobación ante mi manifestación de que la religión es lo peor que le pudo pasar a la humanidad y que la misma es el negocio más lucrativo en la historia. Procuraré seguir siendo respetuoso ante su presencia porque en el nombre del señor el ser humano se convierte en el depredador más grande y despiadado que veremos jamás.





1 comentario:

  1. Jesús no era cristiano, Mahoma no era musulmán, Buda no era budista; eran maestros que enseñaban el amor, el amor era una religión.
    Paty Palacios.

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